La posibilidad de que la Inteligencia Artificial se utilice en ciberataques es ya una realidad y amenaza la ciberseguridad de las empresas.
La IA, que antes sólo se veía como una herramienta prometedora para los avances tecnológicos, ahora también se reconoce como una amenaza potencial para la ciberseguridad.
En la práctica, en el epicentro de las preocupaciones contemporáneas, la IA desempeña un doble papel. Por un lado, se está incorporando a diversos productos y servicios de seguridad, con el objetivo de prevenir ciberataques y reforzar nuestras defensas digitales.
Por otra parte, la misma tecnología que se utiliza para proteger también puede aprovecharse para introducir nuevas amenazas, lo que convierte al ciberespacio en un campo de batalla en constante evolución.
En este contexto, es crucial que comprendamos cómo la IA está configurando el panorama de la ciberseguridad, tanto como escudo protector como espada potencialmente peligrosa en manos de los ciberdelincuentes.
Inteligencia Artificial utilizada en ciberataques, ¿forma parte de su evolución?
Antes de hablar del uso de la Inteligencia Artificial en los ciberataques, conviene destacar la acelerada expansión de esta tecnología.
Aplicada en diversos sectores, la IA es parte integrante de la transformación digital en curso y de los nuevos productos y servicios que surgen cada año.
De hecho, la industria está evolucionando sus procesos productivos basándose en la automatización integrada con la Inteligencia Artificial, generando productos de mayor calidad y reduciendo considerablemente los costes de producción.
La tecnología de IA también tiene una importante aplicación en el mercado digital. Tenemos chatbots, como ChatGPT de OpenAI, que mejoran el servicio y la atención al cliente, y asistentes virtuales asociados al Internet de las Cosas, que prometen una gran revolución en los próximos años.
Sin embargo, a medida que la capacidad de la IA aumenta y se hace más potente, es posible prever una expansión de las amenazas y ataques virtuales.
A medida que los ciberdelincuentes adquieren conocimientos técnicos, crean vulnerabilidades utilizando la Inteligencia Artificial, introduciendo nuevas amenazas.
Esto nos lleva a una certeza sobre la eficacia de los ciberataques.
Héroe y villano a la vez: la inteligencia artificial utilizada en los ciberataques
En el renombrado
Black Hat
la empresa de ciberseguridad
SparkCognition
presentó el primer sistema antivirus “cognitivo” basado en IA, llamado DeepArmor.
O
DeepArmor
pretende proteger las redes de los ciberataques combinando técnicas de IA como redes neuronales, heurística, ciencia de datos y procesamiento del lenguaje natural con antivirus para localizar y eliminar archivos maliciosos.
Sin embargo, ¿qué ocurre cuando los ciberataques se diseñan sobre la base de la Inteligencia Artificial?
La capacidad de la IA para adaptarse a diferentes circunstancias se demuestra en ejemplos actuales, utilizando técnicas y herramientas como el aprendizaje automático, el aprendizaje profundo y el procesamiento del lenguaje natural.
La IA puede utilizarse para protegernos, pero también nos hace reflexionar sobre diversas amenazas a la ciberseguridad. No hay nada que impida a los delincuentes utilizar la IA con fines maliciosos, y esto ya está ocurriendo.
Según Cybersecurity Ventures, se espera que la ciberdelincuencia cause daños por valor de unos 8 billones de dólares de aquí a 2023, lo que la convierte en una de las mayores amenazas para la seguridad mundial.
Los ciberataques ponen de manifiesto la necesidad de estar preparados
Hay una guerra silenciosa en marcha y gira en torno a la ciberseguridad.
Los ciberataques a sectores estratégicos de la Administración, como centrales eléctricas, control del tráfico aéreo y sistemas de transporte, no son nada nuevo. Así que las empresas ya deberían estar preparándose.
La vulnerabilidad de los sectores estratégicos muestra la necesidad de proteger y vigilar cada vez más los sistemas de control conectados a Internet.
Esta preocupación también se aplica a las empresas de sectores estratégicos, ya que aumenta el riesgo de ciberseguridad para las infraestructuras consideradas críticas.
Es importante que las empresas vigilen y protejan activamente sus redes de datos y sus soluciones de gestión y producción. Además, un aspecto importante de esta preocupación es tener una visibilidad completa de los activos informáticos y sus riesgos de seguridad.
Inteligencia artificial utilizada en ciberataques: ¿estamos perdidos?
El auge de los modelos generativos de IA ha alterado drásticamente el panorama de las amenazas.
La popularidad de ChatGPT, por ejemplo, ha sido aprovechada por actores maliciosos para crear una herramienta de hacking, facilitando actividades maliciosas mediante servicios de chatbot engañosos.
Una de estas herramientas es “FraudGPT”, un bot diseñado específicamente para actividades ofensivas, disponible en los mercados de la Dark Web y Telegram.
FraudGPT, al igual que WormGPT, utiliza un cuadro de chat para producir mensajes de phishing a través de SMS, imitando efectivamente a los bancos.
Además, para facilitar el robo de tarjetas de crédito, el bot puede proporcionar información sobre los mejores sitios para el fraude y proporcionar identificaciones bancarias Visa no verificadas.
Al explotar esta nueva herramienta, un actor malicioso hábil puede crear fácilmente correos electrónicos atractivos para atraer a los destinatarios a hacer clic en enlaces maliciosos, lo cual es crucial para las campañas de phishing BEC.
FraudGPT está disponible mediante suscripción, con precios que oscilan entre 200 dólares al mes y 1.700 dólares al año, y ofrece a los piratas informáticos un recurso basado en inteligencia artificial para facilitar sus objetivos maliciosos.
El 13 de julio de 2023, se introdujo una nueva tecnología llamada WormGPT, similar a FraudGPT. Desgraciadamente, está siendo utilizada tanto por delincuentes como por personas con escasos conocimientos técnicos para aprovecharse de otros con fines lucrativos.
Con el tiempo, los delincuentes han aprendido a burlar las salvaguardias establecidas por los expertos, lo que les facilita llevar a cabo sus actividades dañinas.
Sin embargo, para mitigar amenazas como ésta, es esencial una sólida estrategia de defensa en profundidad, junto con una telemetría de seguridad exhaustiva.
La IA también nos protegerá de los ciberataques
Aunque tenemos un escenario preocupante con el potencial uso de la Inteligencia Artificial en ciberataques, conviene recordar que también se utilizará a nuestro favor.
El riesgo está ahí, pero la experiencia también nos demuestra que tenemos que poner de nuestra parte. Como ya ha visto, la IA tiene el potencial de protegernos, además de aportar numerosos beneficios en diversos ámbitos.
La estrategia que debe utilizarse es un enfoque de ciberseguridad continua. Al fin y al cabo, siempre habrá riesgos y las organizaciones deben ser capaces de afrontarlos, reduciéndolos en todo momento a un nivel manejable.
Además, no hay que olvidar la importancia que tienen en toda esta evolución los profesionales de la ciberseguridad, las herramientas, políticas y procesos aplicados a la seguridad de los datos y la prevención de ataques.
De hecho, queda mucho por hacer y, al igual que con otras amenazas, debemos tratar constantemente de garantizar la seguridad de la información, la protección de datos y la privacidad de las empresas y sus usuarios.
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